#NiUnaMenos no fue una más: la marcha que unió y emocionó
Cada caso de femicidio me generó bronca, impotencia y tristeza. El 3 de junio miles de personas nos unimos para decir #NiUnaMenos, y mi sensación no fue la misma que en soledad: las voces, la energía, las voluntades de tantos y tantas me emocionaron, me animaron, reforzaron mi convicción de que esta cultura machista en la que vivimos va a cambiar porque decretamos: ¡Basta!
“Vale la pena luchar si es con alegría”, me dijo en una entrevista Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo, y ese miércoles entre las acciones artísticas, las consignas de protesta y las espontáneas conversaciones reflexivas sobre la violencia de género se respiraba un aire lleno de ganas de hacer realidad ese otro mundo que queremos, construido desde la alegría y el respeto por Tod*s.
“No son los hombres, nos mata esta cultura”
«No hay ‘Nunca Más’ hasta que no haya Ni Una Menos»
«Ningún pibe nace machista»
«Quiero dejar de sentir que puedo ser la próxima»
“Me visto como quiero y vos no me tocás”
“La violencia deja marcas, no verlas deja femicidios”
“Porque también existe travesticidio”
«No me visto para provocarte porque mi vida no gira alrededor de tu pene»
«Cada ausentada nos duele a todas»
«Ni una menos»
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